Posteado por: don Gerardo de Suecia | 12 octubre 2010

Un día en un colegio sueco – clase de español (139)

Había preparado mis tareas para la última clase antes de la prueba. Había repetido la diferencia entre ser y estar. Había elucrubado sobre el uso del subjuntivo y la diferencia entre el imperfecto. Había cavilado cuanto sobre el pretérito y el infinitivo que casi crujía mi cerebro. Y no solo esto; también sabía enseñar las dos formas del futuro. No malo, esto. No, lo malo apareció más tarde…

Cuando abrí la puerta de la aula – hasta donde alcanzaba la vista estaba desorden. Un alumno, gritando golpeaba su libro en la cabeza del otro y el ruido estaba casi imposible de soportar. Me tomaba bastante tiempo calmar a todo esto, y mis nervios estaban tan tensas como las cuerdas de mi guitarra.

Por favor, pensaba, ¿es esta mi vida?

“No está presente toda la clase, faltan muchos”, constataba a media voz. Un alumno me informaba que:

Patrik y Emma estaban en otra aula para repetir para el concierto, Ahmed estaba estudiando lengua hogareña, dos otros alumnos se saltaban, una chica había ido a la enfermera del colegio porque tenía dolor de cabeza muy fuerte y faltaban dos otros alumnos de los cuales me he olvidado los nombres.

Bueno, pensaba, algo más de la mitad está presente, me pongo en marcha.

Me ponía en la pizarra buscando un rotulador (no sé si se llama así en español, un “lápiz” para escribir en la pizarra) pero no había nada. Preguntaba si alguien había visto un rotulador. Una alumna sabía contar que un alumno había robado los rotuladores para escribir en las paredes del corredor. “¿Y quién es?”, preguntaba yo “No voy a decírtelo”, contestaba ella. Pensaba continuar la conversación cuando llamó la puerta.

Era Gustav que llegó, uno de los alumnos que me había olvidado. “¿Por qué llegas tarde?”, le pregunté. Pero me daba una explicación poco digno de confianza y continuaba a prepararme en la pizarra. Ahora, finalmente lograba encontrar algo para escribir en mi cartera. Y cuando estaba a punto de dar la explicación del siglo cual es la diferencia entre ser y estar, una alumna Jenna gritó: “Profesor, yo no tengo libro”, en alta voz. Bueno puedes estudiar con Madeleine, ella tiene libro. Pero a Madeleine no le gusta estudiar con Jenna, algo que me explicaba muy cuidadosamente.

Entonces había pasado un cuarto sin que hubiera podido usar las preparaciones…

Pero después había un intervalo en la miseria y actualmente podía explicar un poco de la diferencia entre ser y estar, no mucho, pero por lo menos un poquito. Pero no duraba mucho tiempo hasta la calma desapareció.

“No es permitido hablar en su celular cuando tiene lugar enseñanza y tampoco es permitido escuchar música en su MP3”, dije en voz alta para parecer un poco más convincente. Pero no tenía suerte, el ruido continuaba y tenía acercarme a los dos descuidados para que terminaran hablar y escuchar.

Entonces se me ocurrí que tenía que preguntarle algo a Johan. “Johan, es que realmente era tu madre que hacía la notificación de enfermedad ayer”, le pregunté. “Sí claro, ¿qué si no? “, me contestó. “Es que tiene una voz tan oscura tu madre”, pregunté. “Sí, estaba resfriado”, dijo Johan. Comprendía que no era posible sacarle la verdad y trataba de continuar.

“Bueno, alumnos, ahora tenéis que trabajar con los ejercicios que tratan del futuro en el libro de ejercicios”, decía pensando que yo no tengo futuro, esto va a hacerme loco.

Y claro, por lo menos cinco alumnos me pedían prestado lápices, y a unos les faltaban los libros de ejercicios y a otros les faltaban libros etcétera, etcétera…

También había pensado informarme porque Amanda había hecho trampa en la clase de sueco (su recensión de una película era un copia exacto de la recensión que había en Aftonbladet, un periódico sueco) pero lo daba por perdido.

Trabajaban por lo menos un cuarto de una clase de 45 minutos….
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Respuestas

  1. Tengo muchos post pendientes!!!, es que últimamente me falta tiempo. Espero «ponerme las pilas» y leer todas las cosas interesantes que nos cuentas. Un abrazo Gert y conforme lea te iré comentando tus errores, que sé que te gusta que te corrijamos para que puedas aprender y avanzar con tu español, pero la verdad, ¡escribes superbien en mi idioma!. Un abrazote Gert, que aunque a veces, no aparezca por aquí, me acuerdo de ti.

  2. Gracias Lorena!

    Sí, también yo he tenido un poco prisa. Hemos pintado la casa aquí en Flen y también trabajaba bastante con la casita este verano. Hemos cogido setas todo el otoño y el tiempo pasa. Pero voy a publicar un poco más cuando el invierno llega.
    Bueno, yo sé que tengo problemas con el pretérito y el imperfecto y un poco ayuda siempre es necesario….

  3. Lo felicito, acabo de leer como escribe en español y la verdad que para mi me asombra que un Sueco lo sepa y bien.

    Yo llevo ya casi dos meses en Suecia y estoy tratando de aprender su lengua. En mi corta estadía no me he topado con ningun sueco que hable español si que realmente me ha dejado asombrada.

    Felicidades y Saludos

    Carola 🙂

    • Carola! Le deseo buenos estudios de mi idioma y si tieine problemas, no dude en preguntarme!


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