Posteado por: don Gerardo de Suecia | 09 marzo 2010

Una solución asmática 113

Una solución asmática  (113)

En Estocolmo hay un albergue muy popular. Es una nave vieja que se llama “af Chapman” y que tiene mástiles y lo todo. Está en Skeppsholmen (=el islote de naves) una de las islas que forman parte de nuestra capital fantástica, la Venecia Nórdica, Estocolmo.
Queríamos que nuestro hijo tuviera una aventura, vivir una noche en este barco, mirando por la ventana redonda imaginándose como era la vida de un marinero en los tiempos pasados.

Mi mujer llamó al albergue y pido una habitación para tres. Todo iba bien, había habitaciones para tres y nosotros nos alegrábamos mucho de poder vivir una noche en una nave.
Al llegar al albergue comenzamos a sospechar que no era tan fácil vivir una noche en una nave….. ¿Por qué? Porque el albergue consistía en dos unidades, la nave y un edificio en la tierra. Y claro, nosotros no teníamos una habitación en la nave…. Pero problemas son para soltar.
Esto pasó el año antes de que Estocolmo fuera la capital cultural de Europa y en toda Skeppsholmen estaban preparando los edificios para que fueran buenos. Y el edificio donde vivimos era un edificio viejo con historia también y fuera de las ventanas colgaban telas que hacían imposible ver algo afuera. Y las ventanas no habían sido cerradas y por esto también había polvo en la habitación. Veíamos que a Martín no le gustaba esto y pensábamos: ¿Qué hacemos?

Mi mujer, que no es asmática, dijo: Ves a la recepción y diles que tengo asma, y es imposible para mi vivir en una habitación así. Y fui a la recepción con este mensaje y nos dieron otra habitación, en otra planta, pero tan polvorosa como la otra y con telas oscurando la vista. Que situación absurda….
Entonces mi mujer se fue a la recepción. Decía que era tan imposible vivir en esta habitación por su asma. También añadía que si nuestro último tren no hubiera ido habríamos vuelto a casa. Una discusión estalló y la chica en la recepción buscaba entre las llaves y arrugaba la frente.
Finalmente dijo: “Tenemos una habitación en af Chapman, la nave, pero es la habitación número 13…”
Bueno, si tenemos que, claro la habitación número 13… simulábamos nosotros, dentro de nosotros diciendo: “¡Viva!”.

Y con esta mentira piadosa asmática de ayuda fuimos a bordo de af Chapman. La habitación 13 era una habitación de cuatro literas (ahora el albergue está restaurado y tiene camas muy lujosas). Martín inmediatamente se lanzó en la cama y empezó a estudiar la capital por la ventana redonda. Y todo terminó bien.


Respuestas

  1. ¡Qué historia tan divertida Don Gerardo!, ya estoy de regreso y de este post te mando un email con un par de correcciones, aunque está muy bien en general. Me alegro de que al final Martin pudiera mirar a través de la ventanita de la nave. El asma es muy socorrido, jajajajaja

    • Lorena!

      Gracias por tu auyda. Estoy en la casita y voy a corregir en cuanto estaré en casa. Adónde habéis viajado?


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